sábado, 27 de abril de 2013

El dilema de la PSU

HACE UNAS semanas, el gobierno y ahora el Cruch, han anunciado acciones para generar cambios en la PSU. Todo ello como consecuencia de las recomendaciones realizadas por la consultora internacional Pearson, contratada para hacer una evaluación externa de esta prueba.
La constitución de comisiones de trabajo, por un lado, y cambios que se irán implementando en el tiempo a partir de este año son las respuestas para atacar las observaciones técnicas realizadas por la consultora. Sin embargo, el dilema de la PSU es de políticas públicas en educación, donde lo técnico debe supeditarse a lo que se desea de la educación en Chile, una vez que ha quedado claro el contexto, insumos y procesos que acompañan y determinan los resultados escolares. Se trata de actuar sobre estas condicionantes para luchar contra el hecho de que los resultados medidos por la PSU expresan más bien el carácter injusto de la sociedad chilena, que conocimientos o aptitudes de los alumnos.
El análisis de la consultora tiende a perfeccionar la prueba, por ejemplo, en cuanto a mejorar la construcción de ítems, asegurar su validez estadística, utilizar software más avanzados, etc. Esto es deseable, pero el estudio queda circunscrito a las características del producto y del resultado escolar, sin discutir que éste es una consecuencia compleja de lo que pasa en nuestro país.
Algunas opiniones señalan que el centro no son los entretelones tecnológicos de las pruebas tipo PSU, sino destinar mayores esfuerzos en la educación preescolar, básica y media, pues es allí donde nacen las principales desigualdades. La discusión, entonces, sería si una escuela en particular cumple con su tarea, haciendo que sus alumnos obtengan buenos resultados, o sea un tema de calidad de la enseñanza en las instituciones educacionales.
Otra perspectiva es no considerar a la escuela como la generadora de desigualdades, sino que ésta sólo las reproduce, puesto que, como señala el informe Pisa de la Ocde, los principales factores que determinan los resultados escolares no vienen de la escuela misma, sino desde el contexto socioeconómico y cultural de los alumnos. El desafío no es evaluar resultados escolares con este tipo de pruebas estandarizadas, pues lo que se está midiendo no son ni conocimientos ni aptitudes, sino el tamaño y distribución de la injusticia social en la sociedad chilena.
¿Son estas pruebas de uso universal? Al menos no en el país que obtiene los mejores resultados escolares del mundo, pues en Finlandia no existe este tipo de pruebas nacionales o de evaluación docente. El problema de fondo en Chile es que sus niños reciben más o menos conocimientos y aptitudes, dependiendo de la condición socioeconómica que tenga la familia.
No se trata sólo de mejorar técnicamente la PSU, sino que de elaborar políticas públicas que aseguren equidad en el ingreso a la universidad , de instrumentos que busquen evitar el efecto distorsionador del contexto socioeconómico, que asuman como indicador el valor agregado que le entrega la escuela al alumno y que la sociedad busque mecanismos innovadores, como los usados en las sociedades escandinavas, cuando la vida laboral daba puntaje para el ingreso a la universidad .
http://www.latercera.com/noticia/opinion/ideas-y-debates/2013/04/895-520549-9-el-dilema-de-la-psu.shtml